lunes, 31 de mayo de 2010

Comida europea

1º Bachillerato (soy el octavo de la fila de atrás empezando a contar por la izquierda)

Hoy, cocinamos con Daniel y su madre. Bueno... quizás debería decir la madre de Daniel y Daniel. En fin, el viernes pasado hicimos una comida en el instituto. Pero no una comida como otra cualquiera... era una comida europea. Del orden de treinta platos, combinados entre comidas saladas y postres, estaban en el aula donde damos la clase de Proyecto Integrado. Todos los platos con sus respectivos carteles estaban esperando que los alumnos, profesores y demás personal del instituto le metieran el tenedor. Y así fue. Tras calentar algunos platos en el microondas de la cafetería, empezamos a comer. Miguel nos advirtió de que no nos centráramos en un sólo plato porque se gastaría rápido y no lo probaría todo el mundo. Cuando vi las fotos de los platos descubrí que eso no se llevo a cabo del todo... porque he visto fotos de algunos platos que ni los ví. ¡Volaron!

Bueno, fue una experiencia única y muy gratificante ya que fue una manera de sentirnos más europeos. Al menos, para mí, porque creo que el sentimiento de ser ciudadano europeo no está muy arraigado en España. Por desgracia...

Y centrándonos en el plato que preparé, yo opté por una comida salada. Con "comida salada" me refiero a que no es postre... no a que sea una comida "salada" literalmente. Yo preparé un "Kavarma de primavera", receta que escogí del blog "05 Comiendo por Europa" ya que las que había en mi blog me parecían, a la vez que apetitosas, un poco difíciles de hacer.

Los ingredientes fueron más o menos los mismos que la receta subida por la alumna búlgara de dicho blog:

- 1 pollo
- Cebolla fresca
- Ajo
- Aceite de oliva
- Vino tinto
- Sal
- Pimienta
- Agua

1º.- Pusimos (hablaré en plural, porque el trabajo fue de mi madre y mío) el pollo a hervir en una olla con dos pastillas de Avecrem (potenciador del sabor).

2º.- Hicimos el sofrito de la cebolla fresca con el ajo sobre una base de aceite de oliva.

3º.- Cuando el pollo estaba cocido, lo deshuesamos y lo pusimos con el sofrito para que cogiera más sabor.

4º.- Una vez con el pollo y el sofrito en la sartén, lo cubrimos con una copa de vino tinto y agua. Para no tirar nada, aprovechamos el agua que sobró de hervir el pollo y así le daba más sabor aún.

5º.- Para terminar, añadimos un poco de pimienta negra molida y lo dejamos reposar.

¡LISTO!


Salió un plato muy bueno, ya que aparte de probarlo yo mismo, escuché a algunos compañeros y profesores decir que estaba muy rico.

En España hay algo parecido que se le conoce como "caldereta", pero la principal diferencia es que aquí en España, sobre todo en Andalucía. Bueno... sobre todo en Cádiz, que no estamos acostumbrados a cocinar con vino tinto, sino que siempre trabajamos con vino blanco, y por eso la carne queda siempre de un color blanco y el sabor es un poco diferente. Pero el vino tinto le ha dado ese toque de plato extranjero que tanto ha gustado a los paladares que han probado el plato. Principalmente, mi paladar y el de mi familia porque sobró comida.

Por lo demás, sólo queda comentar que ha sido una gran experiencia trabajar en la cocina con recetas de países tan lejanos y poder compartir esos platos extranjeros en compañía de mis compañeros y mis profesores, quienes han disfrutado igual o más que los propios alumnos.

Mis felicitaciones a Miguel y dar las gracias a mis compañeros del blog por colgar esas maravillosas recetas.

¡Un saludo!

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